Domingo Rigüela Padrón | OPINION

El “tiburón inmobiliario”… Un cuento de Navidad y Reyes para los Santos Inocentes

”Tiburones” inmobiliarios? ¿Discurso de “izquierdas”? Desde luego que sí. Nadie sabe más de “tiburones” que Don Guillermo. Ni nadie sabe más de “izquierdas y depredadores” que Don Francisco Santiago.

En el pleno extraordinario del viernes pasado D. Guillermo Reyes se soltó un discurso sobre tiburones inmobiliarios que sonó a repetición de hace una década. Algún medio lo calificó, de discurso de "izquierdas".
Pero esa referencia a tiburones inmobiliarios me da pie para recordar las aventuras del "gran tiburón blanco" de Telde, Don Ambrosio Jiménez, que ha realizado sus grandes hazañas al amparo de Don Guillermo y con la cooperación necesaria del "Gran Ausente" D. Francisco Santiago.
Por orden cronológico debemos empezar por el proyecto de centro comercial en La Mareta, casi 2.000 puestos de trabajo no creados por decisión expresa de Don Guillermo, como muestra de agradecimiento a Don Ambrosio que había perdido el concurso de derecho de superficie. Para conseguirlo Don Guillermo dirigió un acuerdo de pleno en noviembre de 2003 que la Justicia declaró ilegal en septiembre de 2011.
Un mes después de haber paralizado el proyecto de La Mareta en perjuicio del ayuntamiento y de los vecinos de Telde, y en beneficio de su "tiburón" particular, siguió demostrando que es un hombre agradecido. En el pleno de diciembre de 2003, dirigió la aprobación de la licencia al centro comercial Las Terrazas promovido por otra empresa, casualmente del señor Jiménez. En este caso, el concejal, se superó y sobre este centro comercial ya hay dos sentencias del TSJC y una del juzgado de lo contencioso núm. 6 de Las Palmas declarando ilegales todas las licencias municipales concedidas.
Pero como es un hombre muy agradecido, estas ilegalidades en favor del "tiburón" particular de Telde no eran suficientes.
Así que en 2005 segregó una parcela de La Mareta, le asignó el triple de edificabilidad de la que le correspondía legalmente y se vendió al mismo "escualo". La cosa era tan ilegal que, cuando el comprador pidió licencia para empezar obras, el mismo que le premió con tan bella joya urbanística, le contestó que no podía construir. Pues así y todo el comprador pagó 10,5 millones de euros y no protestó. ¿No les suena raro?
Pero el concejal sentía que no había demostrado su agradecimiento lo suficiente. Así que ideó una nueva muestra de ese gran sentimiento. Firmó un convenio urbanístico para construir el edificio que ocupa una firma deportiva en el barrio de Ponce, La Pardilla. Como no podía ser de otra manera, también ilegal.
Esta operación, de 2006, obtuvo sentencia de ilegalidad del juzgado de lo contencioso núm. 3 de Las Palmas y sentencia del TSJC que ratifica la del juzgado en 2009. El ayuntamiento, ya dirigido por Don Francisco Santiago y con Don José A. Perera de concejal de urbanismo, le preguntó al juzgado qué tenía que hacer para ejecutar la sentencia. El juzgado contestó en 2011 que había que devolver todo a la situación original de 2005. Es decir, demoler el edificio y levantar el aparcamiento para que aquello vuelva a ser un solar. Con la indemnización millonaria que esta firma puede pedir al ayuntamiento y al "tiburón" particular del señor Reyes y el señor Santiago.
Por eso la sentencia, dos años después de la contestación del juzgado y cuatro años después de la del TSJC sigue sin ejecutarse.
Pero esta historia de personajes agradecidos transcurre entre 2003 y 2013. Justo en la mitad, entre 2007 y 2011 gobernaron NC-PSOE. Y ellos no son menos agradecidos.
Cuando llegaron al gobierno en 2007 y los periodistas preguntaron a Don Francisco Santiago por la situación de La Mareta, él, otra vez alcalde, contestó que "los intereses del ayuntamiento son otros distintos a los de 2003″. Lo que traducido a los hechos significó que dejó que el contencioso siguiera su lento curso en los tribunales y el centro comercial de La Mareta siguiera sin ejecutarse y los beneficios económicos y sociales para Telde pasaron a un segundo plano.
Simultáneamente, como ante una denuncia del propio Gobierno de Canarias, el TSJC ya había dictado la primera sentencia contra las licencias de Las Terrazas, habría después una segunda sentencia por denuncia de la organización Ecologista Turcón, el señor Santiago, en la misma línea que Reyes, y con el consentimiento del "tiburón", tomó el acuerdo en un pleno municipal de que éste le "regalaría" la licencia de urbanización declarada ilegal al ayuntamiento y que se haría con carácter retroactivo. Así, como si fuera un contrato simulado. Si ustedes no lo entienden, yo tampoco. Lo grave es que hace unos meses el juzgado de lo contencioso núm. 6 de Las Palmas ha dicho que él, tampoco lo entiende. Y que todo, lo de la licencia de Don Guillermo y lo del contrato simulado de licencia de Don Francisco Santiago es ilegal sin remedio ninguno.
Y en cuanto a la sentencia de Decathlon, como ya he contado antes, el señor Santiago y el señor Perera preguntaron al juzgado y éste le contestó que en ejecución de la sentencia tenían que demoler Decatlhon y su aparcamiento y volver la parcela a la situación de 2005. Eso ocurrió en la primavera de 2011. Ni caso a la sentencia y, por el cambio de gobierno, la pelota volvió al tejado del PP-CIUCA-CC, en este caso de Doña Mari Carmen, Don Guillermo y Don Pablo, que están tratando de darle encaje, imagino que con el mismo estilo que el señor Santiago, cambiar el PGO para dar cobertura legal a una ilegalidad.
¿Han ejecutado la sentencia? Por supuesto que no. El agradecimiento a su "tiburón" particular sigue en pleno apogeo. Prueba de ello es que además le pagaron 13,2 millones de euros en 2012 por la devolución de la parcela que Don Ambrosio había comprado en 10,5 millones y que no podía construir. Dice ahora el Tribunal de Cuentas que el pago ha sido ilegal.
¿"Tiburones" inmobiliarios? ¿Discurso de "izquierdas"? Desde luego que sí. Nadie sabe más de "tiburones" que Don Guillermo. Ni nadie sabe más de "izquierdas y depredadores" que Don Francisco Santiago.
Y el cuento no ha terminado
(*) Domingo Rigüela, secretario de comunicación de Más por Telde

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